La determinación cuantitativa de beta 2 Microglobulina (beta-2-M) (B2-M) en orina, suero o plasma puede servir como ayuda en el tratamiento de diversas enfermedades, utilizándose como factor pronóstico en muchas de ellas. En ningún caso se trata de un marcador específico, pero ha demostrado ser extraordinariamente útil.
Así, dado que los valores séricos de beta-2-M reflejan el grado de activación del sistema inmune, pueden ser utilizados como marcador en diferentes enfermedades como infecciones virales, procesos inflamatorios y procesos tumorales. La cuantificación sérica de la beta-2-M ha demostrado ser útil en clínica, identificando en los estadios iniciales de la infección por VIH una subpoblación de pacientes, predominantemente asintomáticos, con mayor riesgo de progresión a sida. También se ha utilizado para evaluar la respuesta de la infección por VIH frente a distintos tratamientos antirretrovirales.
En cuanto a procesos tumorales, se ha utilizado con éxito como marcador pronóstico de mieloma múltiple y la enfermedad de Hodgkin y como indicador temprano de recidivas en linfomas no hodgkinianos, entre otros.
Por otra parte, y debido a que la beta-2-M se reabsorbe y se cataboliza en el riñón, su cuantificación en la orina es un fiel índice de daño tubular proximal, siendo ésta su primera y más conocida aplicación clínica.
Valores Normales:
- En sangre: 1,2 - 2,8 mg/L (1,2 - 2,8 mg/L)
- En orina: ≤ 200 µg/L (≤ 200 µg/L)