Las apolipoproteínas son la parte proteica de las lipoproteínas que generalmente se combinan con los lípidos. La apolipoproteína Apo A-I está asociada con lipoproteínas de alta densidad (HDL) mientras que la apolipoproteína Apo B se asocia con las lipoproteínas de baja densidad (LDL). Las funciones que tienen son opuestas.
La Apo A-I activa la enzima lecitina colesterol aciltransferasa (LCAT) que cataliza la esterificación del colesterol. El resultante colesterol esterificado puede ser transportado al hígado para ser metabolizado y excretado. Niveles bajos de Apo A-I pueden constituir un factor de riesgo para la aterosclerosis, aún con concentraciones normales de Apo B. Los individuos con alteraciones vasculares ateroscleróticas, hepatitis aguda, cirrosis hepática y los diabéticos tratados con insulina presentan a menudo niveles bajos de Apo A-I.
La Apo B, a su vez, participa en el transporte del colesterol desde el hígado hacia las células vasculares. Niveles elevados de esta proteína frecuentemente se observan en pacientes con alteraciones vasculares ateroscleróticas y constituyen un factor de riesgo para la aterosclerosis. La determinación de las apolipoproteinas Apo A-I y Apo B tiene un valor pronóstico mayor en la evaluación del riesgo aterosclerótico, en comparación con la sola medición del colesterol (HDL y LDL). Un parámetro para estimar este riesgo es el cociente Apo-B/Apo-A1. Cuanto más alto resulte el cociente, mayor será el riesgo aterogénico.
Valores Normales:
(Razón entre Apolipoproteína B y Apolipoproteína A-1)
0,35 - 0,98 (0,35 - 0,98)